Las operaciones de última milla urbana tendrán batería infinita con nuestro sistema
A poco de largar su sistema de battery swap, novedoso en la región para las entregas de última milla, referentes de la empresa uruguaya repasan los objetivos y beneficios de su proyecto, basado en la financiación de motos eléctricas y garantía de baterías siempre cargadas.
PRENSA
Swapy Prensa
5/30/20254 min leer


El crecimiento del e-commerce, acelerado por la pandemia, ha transformado la logística de última milla urbana. Más vehículos, más entregas, más emisiones. En este escenario, las ciudades enfrentan un doble desafío: sostener la eficiencia sin comprometer sus objetivos ambientales.
Mientras países como Taiwán, China e India llevan más de una década aplicando el método “battery swap” para agilizar el trabajo de repartidores en motos eléctricas, en nuestra región las iniciativas son todavía incipientes.
“En esta zona somos un poco de los primeros”, reconoce Martín Piñeyro, uno de los fundadores de SWAPY, spin off de la uruguaya Quantik Group, en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica.
Básicamente, el sistema funciona con baterías intercambiables. «En lugar de depender de largas recargas, los usuarios pueden cambiar su batería vacía por una cargada en menos de un minuto, en estaciones especialmente instaladas en ubicaciones estratégicas», explica.
-¿Cómo surgió la idea de Swapy?
-Durante la pandemia explotó la cantidad de vehículos haciendo última milla, y sigue creciendo. Eso, más esta situación global de “urgencia climática”, trajo la necesidad de usar energías renovables para la movilidad.
Hay muchos avances con vehículos eléctricos, pero en esa última milla del e-commerce, con vehículos más chicos, en la región no se observa. No hay motos eléctricas haciendo este tipo de entregas.
-¿Por qué no se instaló aún esta modalidad de deliveries?
-Básicamente es un tema de costo, y lo otro es que se necesita autonomía. Los repartidores en general hacen bastante más de 100 kilómetros por día, y tampoco hay tiempo para hacer cargas intermedias.
Entonces la solución es lo que ofrece SWAPY: motos y triciclos eléctricos financiados, con esta red de baterías intercambiables que permiten seguir operando.
-Por ahora la empresa está en modo “piloto”. ¿Qué falta para arrancar definitivamente?
-Ahora nosotros estamos operando en una mínima expresión, en Zonamérica, en Montevideo (un parque tecnológico), donde hacemos las pruebas.
Todavía no instalamos gabinetes por uno de los principales desafíos que tuvimos, que es el marco regulatorio para estas operaciones de última milla con battery swap. Estamos esperando que se terminen de hacer algunas modificaciones para poder importar las motos y comenzar la operación.
-¿Qué receptividad tuvieron con el proyecto?
-Muy buena; en Uruguay tenemos acuerdos con UTE, que es la eléctrica estatal y con ANCAP, ya que los gabinetes se van a instalar en esas estaciones de servicio.
Trabajamos con fondos de ANI, que es la Agencia Nacional de Innovación, tenemos fondos de REIF, que promueve proyectos de transición energética y también con NEWLAB; una consultora que trajo el gobierno, que nos ayuda en esta primera parte de investigación.
Carlos Luissi, Project Development Leader de Quantik Group, destaca también ante este medio el potencial de este modelo de negocio ante la popularidad de las aplicaciones de entrega a domicilio.
“Nosotros trabajamos en colaboración con Pedidosya; ellos tienen mapas de calor con los que analizan dónde se mueve la mayor cantidad de entregas a lo largo del día”, explica acerca de cómo eligen las ubicaciones de sus gabinetes de baterías.
-¿En qué otros aspectos la tecnología juega para este sistema?
-La misma plataforma de software que desarrollamos va a ir indicando dónde tenemos más necesidad de reforzar con más gabinetes de
Los gabinetes de baterías para recargar estarán en lugares estratégicos.
intercambio. La tecnología acompaña todas las etapas de este proyecto, porque si lo miramos desde el lado de la eficiencia operativa -nosotros queramos darle al rider una solución de autonomía infinita– el proceso del swap tiene que ser muy rápido.
En menos de un minuto tiene que poder hacerlo. Además, el proceso de carga tiene que ser seguro; sabemos cuánta energía tienen, a qué temperatura están las baterías. Mientras esté en un vehículo o en un gabinete, tenemos esa telemetría.
Piñeyro acota que “Swapy es una empresa de movilidad, pero también de tecnología, porque esta es una solución tecnológica específica para este negocio de última milla, agnóstica de marca. Permite operar un esquema de swaping en cualquier territorio».
-¿Qué otros desafíos tuvieron que afrontar?
-La movilidad eléctrica tiene barreras de entrada muy importantes, se sabe que los vehículos eléctricos en general son bastante más caros que el mismo vehículo en una versión naftera.
Y, en cuanto a logística de última milla urbana, había una idea impuesta de que las motos eléctricas no servían para delivery, es como una pelea cultural.
-¿Cuáles son las expectativas de escalamiento?
-Se piensa Uruguay como un lugar de prueba donde, de forma más barata, se puede testear un proyecto como este. Si te planteas probar algo en Buenos Aires, por ejemplo, hay que multiplicarlo por “10 Montevideos”. Entonces, acá es más fácil probar algo en escala real para después, sí, llevarlo a otros territorios. Puede ser con partners locales en cada lugar y nosotros proveyendo la tecnología.
Para finalizar, ambos coinciden en que si bien “hasta ahora el mercado casi no ofrece este tipo de motos en Uruguay, nosotros ya tenemos stock en puerto; calculamos que entre 100 y 200 motos podrían estar circulando a fin de año”.